POR José Fuentes-Salinas/ Instagram: taller_jfs
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CAMBIE EL GIMNASIO por un pedazo de playa.
Son las 5:30 AM. Me pongo el reloj de pulsera. Jalo mis tenis y me visto.
Hace cuatro meses ya estaría pensando en llegar al gimnasio. Hace cuatro meses me llevaría en la mochila una toalla, jabón, shampoo y ropa limpia para salir del gimnasio LA Fitness rumbo a la oficina.

A las 6:00 de l;a mañana, junto al malecón de Seal Beach, California, un hombre disfruta de remar sobre su tabla de surfear. FOTO: José Fuentes-Salinas. Instagram: taller_jfs.
Hoy es diferente.
La oficina es mi casa, y el gimnasio es el parque o la playa.
En la cajuela del auto tengo dos pares de pesas de 15 y 20 libras, y un balón de basquetbol, como un recuerdo de las rutinas del gimnasio.
El coronavirus nos ha hecho a todos muy precavidos. Principalmente a quienes ya estamos en edad de mayor riesgo de ser “entubados” a un ventilador y decir adiós a nuestros seres queridos por medio de un mensaje de texto en el iPhone.
Mi precaución es muy simple: ve a donde muy pocos van, usa los horarios que casi nadie usa.
Por eso estoy aquí en Seal Beach, California, caminando al filo de la playa, viendo cómo otros solitarios, precavidos e inteligentes se desplazan sobre las olas, o caminan.
Lo único que necesito es un poco de iluminación, y la sensación de que puedo respirar profundo, y sin riegos de absorber un virus.
“LA FLEXIBILIDAD ES LA MADRE DE LA VIDA” —Tao Te Ching
Siempre tengo un plan “B”.
Si un día está ocupada la cancha de basquetbol, o si no hay una distancia apropiada con quienes la visitan, me voy a otra parte del parque El Dorado a trotar sobre una banca de cemento o a caminar en medio de los pinos.

Bancas de El Dorado park, en Long Beach, California. Foto; JOSE FUENTES-SALINAS. Instagram: taller_jfs.
La cuestión es empezar el día haciendo algo para ponernos al tono de lo que vendrá después: “las noticias de que las muertes en los Estados Unidos subieron a 150,000… las noticias de que México es el tercer país con más muertes… las noticias de que las escuelas estarán cerradas, así como los cafés, los cines y todo los que solía hacer la vida grata”…
El parque por la mañana es un buen espacio para alimentar el optimismo.
Cuando el sol se empieza abrir entre los pirules y los pinos, y los cuervos empiezan a graznar, uno se da cuenta que muchas cosas no han cambiado. El parque, aún con menos gente que en el gimnasio, proporciona suficientes motivaciones para estirar el músculo y regresar a la casa-oficina tomarse un duchazo, prepararse un café con un buen desayuno y cumplir un nuevo día de pandemia.
Además, el parque no deja de recordarme lo tremendamente afortunado que soy.
Justo a la hora en que yo estoy haciendo ejercicio, escuchando con mis audífonos sones y cumbias de YouTube, un “homeless” busca en la basura envases para reciclar.
Para él, la “distancia social” es un problema crónico.
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https://www.excelsiorcalifornia.com/2020/07/29/cronicas-del-covid-19-las-rutinas-perdidas/