Toca en la calle, fuera de las pizzerías, del Pollo Loco… Presume ser “el único mariachi solitario”, el primero en usar pistas musicales grabadas para acompañar su trompeta.
José Casas “El Cid”, a sus 70 años se retiró de su trabajo en la General Motors donde pintaba carrocerías y hacía varias “talachas”.
Ahí les tocaba también “Las Golondrinas” con su trompeta a sus compañeros que se retiraban o los retiraban.
Oriundo de Jerez, Zacatecas, había aprendido el arte de soplar en el internado #9 donde fue el clarín de la banda de guerra de aquellos tumultuosos desfiles de las Fiestas Patrias mexicanas.
Pero cuando se salió de la GM, su trompeta empezó a competir por unos cuantos oídos atentos.
Cuenta que una vez lo habían invitado a tocar en la Casa del Mexicano, motivo por el cual se compró incluso un traje nuevo de charro.
Pero sin más explicaciones el día que iba a tocarles lo pusieron en la calle con todo y trompeta.
Ha perdido mucho, y, a veces su canción favorita lo pone a reflexionar: “nadie comprende lo que sufro yoooo…”
Pero cuando se pone a tocar su trompeta, no hay nota que desafine y no acompañen bien las pistas grabadas de músicos ausentes.
-Mayo, 2001.