Nadie es tan original como uno cree.
Con los escritores ocurre como con los amigos.
Todos te explican la vida en diferentes tiempos
y tú los escuchas, y te sorprendes, y agradeces.
Luego les encuentras cosas en común
y formas un círculo de confidentes.
Lo que cambia es el estilo de explicaciones y consejos.
Unos te dicen, recién salidos de la cárcel:
“el tiempo es lo único que vale la pena,
no te vendas, así nomás de deuda en deuda”.
Otros, desde la no existencia, te dejé un recado
en un libro grueso: “nada es un regalo, todo es un préstamo.
Estoy ahogada en deudas hasta las orejas.
Tengo que pagarlas por mi misma, conmigo misma.
Dar mi vida, por mi vida”.
(Dedicado a Pepe Mujica, y a Wislawa Szymborska con un fragmento de
su poema “Nada es un regalo”, 1993.)
-José FUENTES-SALINAS, tallerjfs@gmail.com, 19-Marzo, 2016