Les llaman los “Nueve soñadores”. Crecieron en el país donde no nacieron. No conocen otra patria que aquella donde sus padres han trabajado y ellos estudiado.
Hablando el mismo idioma de sus amigos y compañeros de escuela, un día se dieron cuenta que no tenían documentos migratorios, y que los diplomas que iban consiguiendo servían menos que un pasaporte de ciudadano americano.
En eso de soñar y estudiar, y de ver cómo los legisladores no legislaban sus sueños ni sus estudios, nueve de ellos regresaron a la tierra donde nacieron. Solo por unas cuantas horas.
Cuando regresaron a la única patria que han conocido vestidos con sus togas y birretes de “graduados” fueron premiados con un arresto que los mantuvo dos semanas en la cárcel del “Eloy Detention Center” de Arizona.
Mientras los legisladores de la Cámara Baja regresan de sus vacaciones de Verano y se ponen de acuerdo sobre si valdría la pena documentarlos, un juez estaba convencido de que podrían calificar para “asilados politicos”.
-José Fuentes-Salinas, 8, ago, 2013