Los Gimnasios

Los gimnasios son una hora de democracia diaria. Foto: José Fuentes-Salinas

Los gimnasios son una hora de democracia diaria. Foto: José Fuentes-Salinas

En un homenaje a “Los Creadores”, el profesor Daniel Boorstin escribía que los gimnasios de la antigüedad eran lugares para ejercitar los músculos y la mente. En esos lugares se hablaba de filosofía tanto como de política de la manera más democrática, desnudos. Ni los ministros, ni los cónsules, ni los soldados, presumían otra cosa que sus ideas y su fortaleza.
Hoy que los neurólogos y cardiólogos dicen que lo que le hace bien al cuerpo le hace bien al cerebro, los gimnasios son la única forma de escapar a la dependencia de la industria farmacéutica y de los hospitales.
Por menos de lo que cuesta un ticket del bus, uno tiene derecho a nadar a un lado del cardiólogo y compartir las pesas con el abogado.
Lo que pase después es otra cosa.
Pero en una hora de sudar, trotar, nadar y conversar, uno verdaderamente cree en la democracia.

-JFS, Long Beach, Ca., 5.Feb.2014