Los jóvenes esperaban el bus, fumando. Eran eso de las 7 de la mañana del “Viernes Negro”, después del Día de Acción de Gracias. Frente a ellos pasó un “homeless” que se detuvo a unos pasos buscando colillas de cigarros.
-¡Eyyy!… Dijo uno de ellos, sacando la cajetilla.
El pordiosero se regresó y jaló un cigarro, diciendo en español con acento inglés “gracias, amigou”.
El jardinero se sintió satisfecho de proveerle un poco de humo al pobre.
Luego hablamos de aquella mujer que levantaba colillas de cigarro del suelo, y pedazos de pizza de la basura.
El contó de un personaje parecido en San Salvador que solía también buscar pizza en la basura, pero, además se la invitaba a sus amigos, hasta que lo descubrieron.
-Ja jaaa… Una vez, unos vieron que un tambo de la basura se movía y lo patearon, hasta que salió el tipo.
En el bus, el jardinero dijo que iba rumbo a Palos Verdes a trabajar. El no se iba de compras, como muchos lo hacen después del “Thanksgiving”. Tampoco descansó el “Día de Dar Gracias”.
-Mi colega no quiso ir, pero me dejó a mi la decisión de si quería ir o no. Había dos casas para arreglar… No hallaba si hacerlas o no, porque a muchos vecinos no les gusta que uno haga ruido. También había mucha policía, y me daba miedo, pero las hice.
El camión no va muy lleno como otros días, por eso uno platica más tranquilamente.
De pronto, se sube otro jardinero y lo llama.
-¡Eyyy!… Vente acá -dice.
-Mira, el trabajaba conmigo antes. Yo le enseñé, pero ahorita está haciendo una de esas casas que pagan hasta más de mil al mes para que les den mantenimiento… No son palacios, pero casi, casi… Lo más latoso es desenzacatar o andar jalando las yerbas secas con la mano.
El jardinero cuenta que cuando llegó, le pagaban 20 dólares al día por ayudarle a otro, y en una ocasión, por cortar un cable que costaba 70 dólares reparar, se lo cobró y ahí se le fue casi todo su pago semanal.
-Me dijo ‘mira, te lo voy a cobrar, pero te voy a prestar veinte dólares, para que no te quedes sin dinero para la semana’. Luego, me fui enterando de cuánto cobraba por arreglar jardines y me fui por mi cuenta, pero antes me metí a la escuela para sacar mi permiso… Y, ahorita, te hago de todo: sprinklers, poda y fertilizada.
Los jardineros prefieren trabajar al aire libre y de casa en casa, que estar encerrados en una fábrica “aburridos”.
-Man, aquí se te va el tiempo de volada, ni lo sientes… Cada día uno hace como unas veinte casas, y, además, aquí en Palos Verdes, junto al mar, está re bonito. Hay veces que ando en casas que tienen playa privada que antes era nudista. ¿Te imaginas que todavía fueran así y yo tuviera que trabajar en pelotas?…
-José Fuentes-Salinas
tallerjfs@gmail.com