Introducción a la ortopedia preventiva: LA MANO

¿Para cuantos movimientos sirve una mano?, habrá que preguntarse. Trate de estrechar otra mano y lo empezará a entender. Habrá un frasco de tinta o de nopales en vinagre y lo sabrá. A media noche trate de alcanzarse la espalda para rascarse, y lo sabrá. Abra una puerta, abotónese la camisa y el pantalón, jale los calcetines, abróchese las agujetas, arranque una mala hierba, apriétese la nariz, intente una caricia… Y lo empezará entender.
Luego de haber recuperado el movimiento perdido por una semanas, usted entenderá que lo menos importante es cuánto oro puede colgarse, en cuanto tiempo. Habrá de entender que girar el puño, jalar una cuerda, frotarse los dedos, son una maravilla que solía despreciar. Y ya descartamos por hecho que usted sea un guitarrista o boxeador, porque acaso sólo lo llenaremos de temores.

EL REENCUENTRO
Las hábiles manos quitaron la coraza que la habia inmovilizado por varias semanas. Al sentirse libre, se abrazó con su pareja, se entrelazaron, se penetraron. El mal olor y el sudor no detuvo el encuentro. Se volvieron a sentir parte de un mismo cuerpo. Luego, En la regadera volvieron a compartir la espuma, sintieron nuevamente el agua tibia escurrirse. Cuidando de no hacer nuevamente movimientos peligrosos, la mano fracturada volvió a participar en ese acto de relajamiento, de purificación con la mano derecha.

Las manos se vuelven a reconocer, luego de que ortopedistas de UCI Irvine removieran el "casting".

Las manos se vuelven a reconocer, luego de que ortopedistas de UCI Irvine removieran el “casting”.

José FUENTES-SALINAS, tallerjfs@gmail.com, 1 de Julio, 2016

El Charro

Tiraba la reata y derribaba un potro; se trepaba en dos caballos haciendo “El Paso de la Muerte”. Con su caballo “El frijol”, Manuel Menchaca terminó llamándose “El Frijolito”.

Desde los 11 años empezó a arriesgar raspones y fracturas, pero nunca, ningún potro lo mandó al hospital.

Fue nombrado “Charro Nacional” en México y Estados Unidos.

Menchaca sabía controlar a los más caprichosos caballos, pero no sabía manejar montacargas, esos pesados “forklifts” que acaso alcanzan solo 15 millas por hora.

A los ocho días de montar un montacargas fue derribado. La caída le produjo la muerte instantanea.

“El Frijol” ahora lo monta su sobrino de 10 años, el “Frijolito II”.

 

-28, Mayo, 2000

La precaución

Dewayne McKinney había pasado encarcelado 19 años por un crimen que no cometió.

Cuando al fín demostró su inocencia se hizo multimillonario por la compensación que le dieron.

Inmediatamente se compró una casa en una de las islas de Hawai y predicó lo terrible que es la pena de muerte, un castigo que por poco le toca.

Se salvó de la pena de muerte y de pasar su vida en la cárcel.

Pero justo cuando estaba empezando a disfrutar de la libertad y el dinero se mató chocando con un poste en su motocicleta en Honolulu.

Tenía 47 años y no llevaba casco de protección.

 

 

-Datos de L.A. Times, 8, oct., 2008.