EL HOMBRE DE LETRAS

Torrance, California. Foto: José Fuentes-Salinas

Torrance, California. Foto: José Fuentes-Salinas

P1030085Este era un hombre de letras. Las letras le daban para comer. El solo se tenía que encargar de que tuvieran luz intensa, de que se unieran bien en armonía y contraste para que dijeran algo. A pesar de la lenta recuperación de la economía, el hombre de letras no se preocupaba demasiado. Todas las semanas tenía trabajo. Todas las semanas había algo que decir, aunque, con frecuencia solo se trataba de reemplazar lo ya dicho por algo más brillante, pero que comunicara lo mismo. Su trabajo lo hacía con gusto, bajo pleno sol o con día nublado. Sus letras siempre eran necesarias para salvar de un dolor de muelas a un paciente desesperado o para invitar a tomar cerveza y jugar billar a un viejo solitario.
Era también un trabajo de altura que antes suponía subirse a una escalera, pero hoy, cómodamente se sube a una plataforma mecánica que él mismo controla apretando unos botones, casi como los escritores usan sus computadoras.

-José FUENTES-SALINAS, Long Beach, CA., 1 de Mayo, 2014.