Santa Clause y los niños

ESTAN FORMADOS, esperando los regalos que Santa Clause y el concejal Alatorre traerá en un carro de bomberos.

Mientras los perros duermen afuera de los rústicos departamentos de Pico-Aliso, en Boyle Heights, la fila de niños se va haciendo más y más extensa.

Piden todo tipo de cosas a Santa Clause. Hablan de Barbies, autos, pistolas, juegos electrónicos… Mientras que las madres solo piden paz, y acaso una carcachita para irse a su trabajo de limpiar oficinas al “downtown” de Los Angeles.

La única niña que no pide nada en especial es la Secretaria de Santa Clause.

Melinda Ramos, de 8 años, tiene unos grandes oscuros poblados de pestañas como una muñeca de edición especial.

Es sobrina del concejal Richard Alatorre y será quien vaya pasando los regalos a Santa Clause para que se los de a los niños.

Moviendo los hombros, sentada al lado del viejo barbón, dice que ya no pide nada.

En enero se murió su madre de un cáncer de cólon.

 

-José Fuentes-Salinas, dec., 8, 1996.