Son los modernos merolicos. Saben que el cambiador de canales a control remoto no perdona los comerciales de la televisión. O que quienes escuchan la radio están vacunados con la desconfianza.
Por eso han vendido su credibilidad a los patrocinadores:
-Compre jabones -dice él.
-Compre colchones -dice ella.
-Consuma este producto para adelgazar.
Compitiendo por unos segundos de atención de los televidentes y radioescuchas, las estaciones ya no contratan a actores. Saben que los propios locutores pueden fingir saber mucho de cremas y luego hacerse los chistosos o los expertos en “todología” para vender los productos de sus patrocinadores.
-Dec., 22, 2000