BORGES no había leído a Vargas Llosa, y creía que “Cien Años de Soledad”, de García Márquez era una de las mayores obras de la literatura.
CARPENTIER creía que el barroco era la manifestación de la fuerza de la literatura, un lujo.
ONETTI no creía en la disciplina de escribir y le dijo alguna vez a Vargas Llosa que sentarse al escritorio con horarios es como la rutina de dos esposos aburridos -“Mi acercamiento con la escritura no es como una esposa, sino como con una amante”, le dijo.
BORGES no creía que todas las palabras del diccionario deben ser usadas: azul, azulino, azulado, azuloso…
El barroquismo, el exceso de palabras es un pecado de los jóvenes que aún no tienen mucho qué decir, decía Borges.
Borges, quien le atribuía a su ceguera haber podido leer y escrito tanto, nunca había leído a Vargas Llosa a quien años después le darían un Premio Nobel -que él murió esperándo.
(De las entrevistas en YouTube con García Soler)
-José Fuentes-Salinas, 21, set., 2012