APARECEN en todos los lugares, en todos los momentos. El Dr. Dharma Sigh Khalsa piensa que los 1,600 anuncios que el norteamericano promedio ve diariamente lo ponen en demasiado estrés que le va arruinando la memoria.
“Cada anuncio, por supuesto que no nos hace que gritemos de pánico, pero se registra en nuestro sistema nervioso, cobrándole un impuesto a nuestras neuronas y neurotransmisores, y algunas veces liberando hormonas del estrés”.
Los anuncios llegan en programas de televisión, radio, internet, playeras de jugadores, postes…
En el verano, los californianos se van a la playa para escapar de ellos… But guess what?… Ahí aparecen las avionetas frente a ellos ordenándoles qué bebidas tomar, además de romper el paisaje de papalotes y gaviotas.
El concejal Toni Iseman, de Laguna Beach, tuvo que protestar: “Cuando la gente va a la playa, quiere oír el sonido del oceano y las risas de los niños, no las aventuras comerciales”.
(Dharma Sigh Khalsa, “Brain Longevity”, 1999; Los Angeles Times, Jul.22.2001. Stanley Allison.)
-José Fuentes-Salinas, tallerjfs@gmail.com