Dewayne McKinney había pasado encarcelado 19 años por un crimen que no cometió.
Cuando al fín demostró su inocencia se hizo multimillonario por la compensación que le dieron.
Inmediatamente se compró una casa en una de las islas de Hawai y predicó lo terrible que es la pena de muerte, un castigo que por poco le toca.
Se salvó de la pena de muerte y de pasar su vida en la cárcel.
Pero justo cuando estaba empezando a disfrutar de la libertad y el dinero se mató chocando con un poste en su motocicleta en Honolulu.
Tenía 47 años y no llevaba casco de protección.
-Datos de L.A. Times, 8, oct., 2008.