Octubre y las celebraciones del Otoño

Por José FUENTES-SALINAS/tallerjfs@gmail.com –

Finalmente habremos de aceptar que nos ganó octubre y que las formas de la vida se hacen papel y semilla, hojas secas de liquidámbar, y calabazas que se arrancan de los “files”.

Un mes antes del Día de las Brujas, los supermercados ya se uniformaron de naranja, con calabazas Howden como nalgas y barrigas que salen a la calle o se juntan en enormes cajas, calabazas verrugosas con formas retorcidas como de narices con viruela, o como esculturas efímeras que se ofrecen para recuperar un poco el optimismo.

-Se fue el año -ese es el mensaje.

En Walmart, Ralphs, FoodForLess, en lotes dispersos de paja se acomodan los frutos del tiempo. No hay modo de escaparse al Halloween.

La Curcubita Pepo, Lumina blanca, Howden, Happy Jack, Jumping Jack, Kabocha,  calabaza Blanca Nieves y Cenicienta, calabaza sexual cuello de ganso, bonetera para ponerse en el frutero, Malabar curcubita ticifolia que en Zacapu le llamamos chilacayote, verrugosa propia para museos… Los productos del Valle de San Joaquín y de la ciudad de Calabasas se acomodan junto a espantapájaros y esqueletos.

Ahí están los esqueletos de perros y gatos también, junto a brujas y fantasmas, y los últimos personajes del discurso del miedo en Hollywood.

Calabasa verrugosa en un supermercado de Torrance, California.

Calabazas verrugosas en un supermercado de Torrance, California.

Calabasas bonetera (centro) y verrugosas que más bien se usan de adornos de sobremesa.

Calabazas bonetera (centro) y verrugosas que más bien se usan de adornos de sobremesa.

Niños y adultos tienen que tener un poco de susto y un poco de miedo, un poco de nostalgia.

En “Secret Desires” de Torrance se ofrecen disfraces para excitar y asustar a las parejas, la enfermera y la secretaria cachonda, la mujer pantera. Hay un Halloween para todos. Para los chiquillos están los pokemons y los chocolates. Para los adultos, los disfraces para el “Party” y el desfile en el Hollywood Boulevard.

En la casa del amigo Roger, ese es el motivo de reunión nocturna con copas de vino y botanitas, y con una exposición de la colección de ciudades en miniatura llenas de fantasmas y esqueletos.

Ahí van los chamaquillos y los papas o tíos, y entre conversación y bromas, a las calabazas se le sacan los ojos, boca y nariz, con una lamparilla adentro.

Bienvenidos a la cosecha, y a la quema de la cosecha, y al “trick or treat” y a los perjurios contra las antiguas sacerdotisas que se convirtieron en brujas, y al viejo dios de la cacería que convirtieron en diablo.

Bah!… No se lo tome tan en serio, que este es un juego.

“Inocencia y Contrafobias”

Era la víspera del Día de los Muertos en Cali. Antes de las 8 de la mañana, hubo un nuevo asesinato: Mario Salas Jimenez, responsable del conteo de votos, cayó frente a un jardín infantil de la calle 5E, víctima  de la “intolerancia” que vive el país.

Un día anterior, en el Parque Nacional y la Plaza Bolivar, el recién creado Ministerio de Cultura Colombiano les había hecho cantar a 20 mil niños: “No le tengo miedo al miedo, el miedo me tiene miedo a mí”.

“Al anochecer se quemaron los miedos que los niños depositaron en una urna”.

En la fiesta del Halloween colombiano se mandó un ejército de 300 psicólogos, sociólogos, antropólogos y recreacionistas para que hicieran posible esa proeza.

Dicen que al ministro de cultura lo vacunaron con un dulce debajo de la lengua.

 

-JFS.Nov.1.1997.D.El Tiempo