Psicología y marketing de la moda: #bebe Online

DE COMO la moda y el consumo es el resultado de la aplicación de una serie de ideas estéticas y psicológicas al servicio del marketing: el caso bebe.

La identidad

Sus clientes tiene entre 18 y 35 años, una edad en que la búsqueda de la identidad pasa por el cuerpo y por la capacidad de seducción. “Yo no tengo eso que tienes, pero con esto que tengo puedo conseguir muchos de los que tú tienes”, cuenta un chiste sobre el Complejo de Castración. Es por eso que la marca bebe, que fue inspirada en el slogan de Shakespeare “To Be or not to Be” usó de modelos a las Kardashians, Rihanna, Katy Perry… y otras nalgonas.

La moda del Siglo XXI es un conjunto de ideas decantadas del psicoanálisis y las estética al servicio del marketing. Maniquíes al la venta en el Swap Meet de Carson, California. Foto: José Fuentes-Salinas.

El fundador
Manny Mashouf (78) el fundador de Bebe, no fue un modisto. A él le gustaba la carne, cuando abrió una restaurant de asados, pero se había graduado de Ciencias Políticas en la Universidad de San Francisco, luego de haber inmigrado de Irán. Ser o no Ser. Cuentan que fue después de una fiesta en San Francisco, cuando las palabras existenciales de Hamlet lo llevaron al bautizo de su tienda.

Online
En 1976, cuando Manny Mashouf fundaba sus tiendas de ropa en San Francisco, no muy lejos de ahí, Steve Jobs y Steve Wozniak estaban inventando en su garaje una de las máquinas que enterraría su negocio, la Apple. Cuarenta años después, en Marzo del 2017, bebe anunciaba que cerraría sus tiendas porque, entre otras cosas, sus consumidoras preferían comprar con un click desde sus computadoras.

Arte y seducción
Frente a la tienda bebe del Centro Comercial Del Amo, en Torrance, dos vendedoras de cosméticos observan los anuncios de ofertas a mitad de precio.
“Estas ofertas no son mentiras. Realmente se tienen que ir”, dice una de ellas. “No es como cuando en las temporadas de ofertas primero suben los precios, para luego aparentar rebajarlos”.
El centro comercial es una galería de arte en movimiento. Es a veces un arte grotesco, pero arte al fin. Caminan muchachas con cabelleras verdes, azules y violetas. Lucen pantalones nuevos agujereados. Los escaparates muestran la creatividad del arte minimalista, con ropa íntima y diseños que de otra forma serían parte de una galería.
La experiencia de venir a un Centro Comercial, es casi como ir a un Swap Meet, pero mucho más caro, y si las sorpresas en el mercado de pulgas están en el suelo, aquí van caminando o están sentadas.
“A mi me gusta comprar caminando, no sentada frente a una computadora”, dice una de las maquillistas.

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  • José Fuentes-Salinas, Long Beach, CA., Abril, 2017

Los errores de la economía personal

LA ECONOMIA monetaria te lleva a pensar que solo valen la pena lo que significa grandes deudas.

LA ECONOMIA psicológica te hace creer que solo valen la pena los grandes compromisos sociales.

José FUENTES-SALINAS, tallerjfs@gmail.com, 14, nov., 2015

Hay cosas elementales que valen la pena, o más bien la alegría. Foto: Museo LACMA, Los Angeles, CA. -José FUENTES-SALINAS.

Hay cosas elementales que valen la pena, o más bien la alegría. Foto: Museo LACMA, Los Angeles, CA. -José FUENTES-SALINAS.

 

Los cinturones, los cinturonazos y otras otras formas de tortura

INTERNETO AGORAFOBICUS se andaba dando una vuelta por el Swap Meet de Carson con Canario Pikitoeoro. Pasaron por un puesto de ropa donde había unos maniquís desnudos.

—Oiga, don Neto, ¿por qué estos maniquíes no tienen ropa? —preguntó Canario.

—¿Qué no ve?… Estos maniquíes tienen medidas perfectas 50-30-revienta… Y ahorita casi toda la gente es fodonga, por eso no les ponen ropa de esas medida… Jaa jaja…

—No sea mamila —insistió Canario- a mi se me hace que son los que se trajeron del Sports Chalet, que acaban de cerrar, y ahorita los quieren vender.

Casi a finales de Octubre, el clima aún era caluroso. Algunos vendedores preferían irse pasado el mediodía, como el Bigotes, que ese día no había logrado vender ni las revistas de comics de Kalimán, ni los DVDS de películas.

Canario, de repente se acercó al puesto de los cinturones.

—¡Ah Jijo!, aquí están los instrumentos de tortura —dijo.

Puesto de cinturones en el Swap Meet de Carson, California, con el Tío Caimán. Foto: José FUENTES-SALINAS.

Puesto de cinturones en el Swap Meet de Carson, California, con el Tío Caimán. Foto: José FUENTES-SALINAS.

—No invente —corrigió Interneto— esos son prendas para que no se le caigan los pantalones, como esos chamacos que andan enseñando media nalga.

—Cómo se ve que a usted no se lo han agarrado a cintarazos. Mire, allá en la época de las cavernas, cuando los papás no habían estudiado la psicología de Piaget, se sacaban el cinturón a la primera provocación, cuando los chamacos no les hacían caso y ¡reatas!. Los papás decían que esa era la forma de educar a los hijos… ¡Qué va!… Cuando se necesita la violencia para hacer que alguien haga lo correcto eso no es educación. Por eso, los chamacos golpeados se hacían golpeadores con sus parejas…

—Yaaaaa… No me diga que a usted nunca le sacudieron el polvo —interrumpió Interneto.

—Pues no es por presumir, pero yo tuve unos pájaros muy chingones. Mi madre era una calandria y mi padre un jilguero. Ellos eran buenos para saber decir las cosas. Por eso yo desarrollé el “criterio”, eso es algo como una vocecita interna que le dice lo que está bien y lo que está mal, sin necesidad que lo jodan. Y, en lugar de temerles a mis padres, no sabe cómo los apreciaba cuando salíamos a comer mosquitos y chapulines.

—Ay, ay ayyy… no sea mamón. Camínele que está haciendo mucho calor.

—Es la pura neta —insistió Canario—. Afortunadamente, mis padres eran grandes contadores de historias, y con historias nos educaban. Aunque algunas eran de terror.

—Ja jaaa… ¿Cómo que de terror?

—Si. Mire, ahora que se acerca el Día de los Muertos, recuerdo que nos contaban la historia de la niña a la que se le secó la mano por levantársela a su mamá, o los niños que se encontraron con el diablo en forma de marrano porque andaban de vagos.

—Tiene razón —dijo pensativo Interneto— lo malo es que ahora los padres no tienen tiempo para contar o inventar historias. No se permiten ser un poco niños, y, de repente, quieren educar a los chamacos con puras amenazas y extorsiones: “si haces esto, te doy esto”… Total, que los educan para que sean unos ciudadanos corruptos, que no hacen las cosas por deber, sino porque van a recibir “una mordida” por lo que hacen, hasta las cosas más elementales. O sea como dijo Gibrán: “si el objetivo de la religión es obtener un premio, si el patriotismo responde a intereses egoístas, y se utiliza la educación como instrumento de lucro, prefiero ser ateo, apátrida e ignorante”.

—¡Ah chingao!… Ahora si me salió más cabrón que bonito.

—Pues, ay nomás, pa’l gasto, mi querido pajarín… Y córrale que ya nos está esperando el Tío Caimán.

—José FUENTES-SALINAS, tallerjfs@gmail.com

 

Maniquíes del Swap Meet de la Villa Alpina, de Carson, California. Foto: José FUENTES-SALINAS.

Maniquíes del Swap Meet de la Villa Alpina, de Carson, California. Foto: José FUENTES-SALINAS.

“Inocencia y Contrafobias”

Era la víspera del Día de los Muertos en Cali. Antes de las 8 de la mañana, hubo un nuevo asesinato: Mario Salas Jimenez, responsable del conteo de votos, cayó frente a un jardín infantil de la calle 5E, víctima  de la “intolerancia” que vive el país.

Un día anterior, en el Parque Nacional y la Plaza Bolivar, el recién creado Ministerio de Cultura Colombiano les había hecho cantar a 20 mil niños: “No le tengo miedo al miedo, el miedo me tiene miedo a mí”.

“Al anochecer se quemaron los miedos que los niños depositaron en una urna”.

En la fiesta del Halloween colombiano se mandó un ejército de 300 psicólogos, sociólogos, antropólogos y recreacionistas para que hicieran posible esa proeza.

Dicen que al ministro de cultura lo vacunaron con un dulce debajo de la lengua.

 

-JFS.Nov.1.1997.D.El Tiempo

EXCESOS

APARECEN en todos los lugares, en todos los momentos. El Dr. Dharma Sigh Khalsa piensa que los 1,600 anuncios que el norteamericano promedio ve diariamente lo ponen en demasiado estrés que le va arruinando la memoria.

“Cada anuncio, por supuesto que no nos hace que gritemos de pánico, pero se registra en nuestro sistema nervioso, cobrándole un impuesto a nuestras neuronas y neurotransmisores, y algunas veces liberando hormonas del estrés”.

Los anuncios llegan en programas de televisión, radio, internet, playeras de jugadores, postes…

En el verano, los californianos se van a la playa para escapar de ellos… But guess what?… Ahí aparecen las avionetas frente a ellos ordenándoles qué bebidas tomar, además de romper el paisaje de papalotes y gaviotas.

El concejal Toni Iseman, de Laguna Beach, tuvo que protestar: “Cuando la gente va a la playa, quiere oír el sonido del oceano y las risas de los niños, no las aventuras comerciales”.

 

(Dharma Sigh Khalsa, “Brain Longevity”, 1999; Los Angeles Times, Jul.22.2001. Stanley Allison.)

 

-José Fuentes-Salinas, tallerjfs@gmail.com