Querido Santa Claus:
Este año me he portado muy bien. He sido muy ecológico. Esto quiere decir que he usado muy poco plástico, y no he producido demasiados desperdicios.
Por eso, este año te quiero hacer un pedido muy especial: no regales nada que no sea ecológico.
Por favor, no regales esos suéteres ridículos, que solo se usan unos días, y se llevan a la tienda de artículos usados.
Tampoco regales demasiado plástico, principalmente ese plástico que se va a tirar a las playas, o que causa graves problemas en los basureros.
Este año quisiera que revisaras bien las necesidades de las personas y les dieras solamente aquellos regalos que realmente necesitan.
Una forma de lograr esto, es preguntándole bien a las mamás lo que sus hijos usan más, y no llegar así nomás a lo pendejo a descargar un montón de juguetes que de cualquier forma en dos meses los niños desechan.
El planeta ya no aguanta más santa.
Y tú que vienes del polo norte sabes bien la forma en que ya los glaciares se están derritiendo y muy pronto los osos polares van a estar llegando a las costas de Acapulco.
No hay que ser santa.
Tú tienes que empezar a predicar con el ejemplo.
Si en verdad quieres que la Navidad sea blanca y haya nieve, venados y árboles, debes pensar en proteger el planeta, no te hagas pendejo.