ALQUIMIA

FRANCISCO TOLEDO lo transforma todo: de sus pinceles salen zoológicos fantásticos. De sus fantasías salen realidades más allá del arte plástico: patronatos, centros culturales, bibliotecas para ciegos, jardines y cines..

Cuando el gobierno de México le ofreció el Premio Nacional de Arte en 1998, él utilizó la ocasión para hacer política y hablar contra una ley que garantizaba guardaespaldas a cuatro funcionarios, incluyendo al gobernador aún después de dejar sus puestos públicos.

Pero la transformación más creativa la hizo cuando mandó fundir la medalla de oro que le dió el presidente Ernesto Zedillo. Con el metal hizo más animales fantásticos que le regalaría a sus hijas y amigas, o que vendería a un fetichista. Sabiendo que las piezas son hechas con oro de la medalla, alguien más podría sentirse “tocado por Dios”, el artista no.

(La Jornada, ene.14.1999)

José Fuentes-Salinas, 1999