ENTRO al nuevo milenio cuando tenía 103 años. Ardito Desio había nacido en Palmanova, Italia, en el Siglo XIX, transitó el siglo XX, y se despidió en el XXI.
Su último saludo público fue su obituario.
En una foto del periódico aparece al pie de un pico nevado de los Himalayas y en otra está sonriente con un elegante traje.
Mientras que para muchos la vida es solo ir saltando cifras, o acumulándolas, para Desio era comprobar que tan alto se puede trepar.
Y lo más alto que él pudo llegar fue el pico K2 de las Montañas Himalayas, el techo del mundo.
Para entonces, tenía la mitad de un siglo, cuando muchos ya estan pagando su sitio en el panteón, o estan a la espera de un cáncer o un infarto.
Habiendo descubierto petróleo en Libia, y luego de haber viajado al mismo Polo Sur, el geólogo se puso un nuevo reto a los 90 años: demostrar que lo que decía la Universidad de Washington era incorrecto, y que el pico K2 no era el más alto del mundo, sino el Everest.
En 1987 regresó al K2 y con ayuda de un satélite demostró no solo que el Everest es el techo más techo del mundo, sino que el tamaño de los retos es el techo de la longevidad.
-José Fuentes-Salinas, L.A.T.,dec.,2011.